San
Miguel de Ibarra es una ciudad ubicada en la región andina al norte del
Ecuador. Conocida históricamente como "La Ciudad
Blanca" por sus fachadas y por los asentamientos de españoles en la
villa. También son muy comunes las frases: "ciudad a la que siempre
se vuelve" por su pintoresca campiña, clima veraniego y amabilidad de
sus habitantes. Es muy visitada por los turistas nacionales y extranjeros como
sitio de descanso, paisajistíco, cultural e histórico. Es una ciudad cultural
en donde predomina el arte, la escritura, la pintura, el teatro y la historia;
además existe una creciente oferta turística y hotelera ofrecida para toda la
zona.
Ibarra
es la capital de la provincia de Imbabura y la Región Norte (Ecuador). Por eso es el
centro de desarrollo económico, educativo y científico de la zona. La ciudad se
encuentra edificada a las faldas del volcán que lleva el mismo nombre de la
provincia. Fue fundada por el español Cristóbal de Troya,
el 28 de septiembre de 1606, por orden de Miguel de Ibarra y Mallea.
Por su ubicación geográfica se la nombró sede administrativa de la región 1
conformada por las provincias de Esmeraldas, Carchi, Sucumbíos e Imbabura.
CLIMA
El
clima de la ciudad es templado seco-mediterráneo, dado que Ibarra se halla en
un valle y es modificado tanto por los vientos que llegan desde los valles y
dehesas que son vientos cálidos y secos, como por los vientos que llegan desde
los Andes y las
partes altas que son vientos frescos y fríos. Ibarra tiene una temperatura
promedio de 18 grados, oscilando entre una temperatura media en diciembre de 7
grados y de hasta 32 grados en agosto.
El
clima anual se divide en 3 partes: la etapa seca que va desde junio hasta
principios de septiembre, la época estival de principios de septiembre a
mediados de febrero y la fría de finales de febrero a finales de mayo.
TURISMO
La
ciudad de Ibarra llama la atención del turismo dada su historia colonial, su
pasado español, y sus riquezas paisajísticas, la cercanía a otros núcleos
turísticos como Otavalo, Cotacachi, Quito, Zona de Los
Grandes Valles, Cayambe y Atuntaqui. Su agradable clima
mediterráneo, muy templado, soleado en verano y campiñesco en invierno son los
sellos atrayentes de la urbe andina. Ibarra cuenta con una historia que viene
desde la época de los incas, e incluso antes, desde los quitus y caranquis,
pasando por la extensa y monumental edad española, su colonia y la época de
inmigración, la historia republicana y los vestigios de las luchas
independentistas que cubrieron la Ibarra del siglo XIX.
Ibarra
tiene una variada oferta hotelera. La ciudad cuenta con centros hoteleros de 4
estrellas, las zonas un tanto más alejadas de Ibarra disponen de hosterías,
haciendas, ranchos y establecimientos de turismo comunitario, y, por último,
las zonas de montaña y de campos aprovechan el turismo comunitario, permitiendo
la creación de proyectos turísticos distribuidos en cada una de sus parroquias.
Varios de ellos ofrecen hospedaje, caminatas, visitas a cascadas y lagunas,
gastronomía local, artesanías y música.
El
turismo es un sector económico importante para el sustento de la ciudad de
Ibarra junto con otros sectores como el terciario, agrícola y ganadero,
industrial, financiero y el de la construcción.
PAISAJES
Laguna
de Yahuarcocha: En lengua kichwa significa "lago de sangre" y debe
este nombre al hecho de que en sus orillas se tuvo lugar la última batalla de
resistencia de los caranquis contra las tropas incas invasoras. Se dice que
luego de ganar la batalla, los incas pasaron a cuchillo a todos los
sobrevivientes y arrojaron sus cuerpos al lago, tiñéndose este de sangre. Hoy
Yahuarcocha tiene a su alrededor una moderna pista y es sede de numerosas
carreras automovilísticas a lo largo del año. El bello paisaje natural es
aprovechado diariamente por miles de ibarreños que salen a practicar diversos
deportes en este paraje.
Volcán
Imbabura: Este volcán lleva un buen tiempo inactivo y es un punto turístico de
importancia en la región. Proporciona una buena vista hacia la ciudad, se conforma
de varias lomas y colinas; durante el invierno suele estar nevado parte de su
cráter, es un lugar de vida silvestre muy preciado del norte del país, además
de que permite observar a Ibarra desde todos sus ángulos.
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